martes, 2 de abril de 2013

Argentina 2 de abril: una opinión



“Las Malvinas son Argentinas”. Este lema marcó  mi tránsito en la escuela primaria. En el mundial del 86 canté con fuerzas, saltando en la caja del camión de mi viejo, “el que no salta es un inglés, el que no salta es un inglés”. La final la habíamos ganado contra los alemanes, pero igual, no queríamos ser ingleses. Me marcaron algunos nombres, como Margaret Tacher, el crucero Manuel Belgrano y Galtieri.

Cuatro años tenía en el 82. No sé si por mi edad o por cual otra razón, para mí la guerra había durado muchos años. Aunque sólo duró 3 meses el enfrentamiento, la herida fue tan grande, las impresiones fueron grandes y conmovedoras. ¿Cómo hacer un memorial de lo que perdimos? ¿Con qué cara se puede decir una palabra? Tal vez con recuerdos del honor, de la valentía y de la astucia. Esto quiero hacer, poner algunas anécdotas que desde mi infancia recuperé. Dejo a otros, los sabios, en hacer el análisis político de la labor del gobierno en el reclamo de la soberanía.

Hace varios años trabajábamos con mi viejo en el motor de aquel motor. El mecánico era un excombatiente de Malvinas. En una noche, de invierno, con el frío del motor, nos contó: “Nosotros los argentinos no teníamos buenos abrigos, ellos tenían unos equipos re-livianos, no pesaban nada esas huevadas. Una noche estábamos en la trinchera, nosotros no teníamos infrarrojos, ellos podían avanzar en la noche porque tenían esos binoculares que podían ver todo en la noche. Tampoco podíamos hacer fuego, porque te tiraban unos misiles que buscaban el calor. Así que nos cantábamos de frío. De repente siento como un silbido. Mis compañeros me dicen tirate, tirate. No sé cómo zafe de esa”.

Otra vez nos contó cómo los correntinos, hacían sus sapucai. Nos contó cómo regularon la artillería antiaérea. Según relataba nuestro mecánico, las fuerzas inglesas tenían información de las armas argentinas y sobre todo de la artillería antiaérea. Entonces, los aviones ingleses sobrevolaban a una altura que no eran alcanzados por las armas argentinas. Así fue que un mecánico se le ocurrió sacar un tornillo, que aparentemente regulaba la distancia de alcance. De esa manera tiraron a un avión. 
 
Escucho decir “para qué queremos esas tierras si no podemos con todo nuestro territorio”. Creo que sólo por el honor de aquellos adolescentes, jóvenes, que lucharon al puesto de los adultos, necesitamos seguir reclamando por la vía pacífica por la soberanía argentina. ¿Habrá reconciliación en esta historia? Esperemos que el diálogo y la memoria construyan la historia. No más guerras.


Todas las imágenes fueron buscadas en Google imágenes con la voces: "2 de abril 1982"


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